El mundo de mi marido, que irremediablemente desemboca en el mio, tiende a veces a hacerme vivir experiencias dignas de ser reproducidas en este blog.Sus clientes son una de mis mejores fuentes de entretenimiento. Estos los hay de dos tipos, alemanes y extranjeros. Los primeros me aburren hasta el cabezazo, los otros me entretienen en su mayoria.
Agradecida que está por los servicios prestados, no tuvo mejor idea que invitarme a presenciar una ceremonia de té en vivo y directo. Encantada acepté, curiosa más que nada. Cuál no sería mi sorpresa al llegar al local y ver que yo era la única no japonesa y que para ser exactos no era visualizar, sino más bien participar. Por Confucio- pensé para mis adentros-pero.... dónde me ha metido está nipona!!!! La clase se hizo en inglés por deferencia a la menda. Qué decir de esta experiencia!!!Entumecimiento de piernas durante más de una hora, postura sin encontrar, nudo en parte de mis ya machacadas articulaciones. Delicadeza en toda la compostura, reverencias a distro y sinietro, empezando por las participantes y siguiendo a toda la decoración y cacharreria, saludo a la flor saludo a la leyenda. Abanico adelante, abanico atrás, mirar el té, darle la vuelta a la taza, beber, pero... nunca antes de saludar a la taza y girarla .Durante todo el aprendizaje de la ceremonia la profesora vestida de gueisa, corrigiendo cada minúsculo detalle- no, no, no, el abanico dos milimetros a la derecha,no olvides saludar primero a la flor-. Pijada aquí, pijada ahí, así estuvimos más de una hora repite que te repite cada movimineto. Y al final me pregunta "la profesora gueisa" que si vuelvo la próxima semana para seguir el aprendizaje, mira,"ojos rasgados", pensé- mis piernas no me lo permiten, las tengo ya colgadas de las orejas después de estar más de una hora sentada en este tatami- Gracias- le dije muy finamente- la próxima semana estaré en Espana , tomando el sol y bebiendo una ordinaria sangria.