miércoles, 9 de septiembre de 2009

Yo... y el mar

Soy de secano, es más soy del corazón de Castilla y ahí todo el agua que vemos es la que bebemos. Por eso... el que mi Elemento tenga ese corazón marinero que le gusta y necesita echarse a la mar todos los verano, a mi me mata. Y no sólo eso, me remata despacito acunándome como las olas, esas que me marean y me hacen perder la poca afición que tengo.
Aquí me teneis con la biodramina, el timón, la vela mayor y el foque surcando aguas y esquivando olas.

En principio no suena mal y a cualquiera le animaría un paseito por alta mar. Pero es que lo que a Elemento le gusta... SON LAS REGATAS. Nada de tomar sol, beber una copita y charlar. No, ahí lo que hacemos es trabajar como marineros, buscar rumbos, otear el viento, controlar las olas y por supuesto - arribar, orzar, trasluchar y virar.

En una palabra no parar.
Yo de la semana que estamos con el tema barco, dos días "me encuentro siempre regular". Busco alguna disculpa y aprovecho para quedarme en tierra que tampoco se está mal. Él disfruta como un enano, vuelve abotargado del calor que pasa y rojo cual cangrejo de charca, pero más contento que unas pascuas. No quiero dejarle sin recreo, con lo trabajador que es. Pero y a mi... quién me comprende y me mima? Las olas desde luego no. Hoy por hoy son mis enemigas.