martes, 5 de mayo de 2009

Esparragos y fresas... qué pereza!!!!

En este país y a estas horas todo el mundo está o pelando y cocinando espárragos o comiendolos.
Aquí va por estaciones y entramos de lleno en la de los espárragos. Mi "Elemento Alemán", que es uno de ellos, se presentó el otro día con el primer manojo. En mi se dispararon todas las alarmas - yo soy de abrirme una lata y dejáme en paz de pelar, cocer, dejar en su punto y condimentar - dije. De acuerdo que están muy buenos, pero a mi no me compensa tanto trabajo. Con lo fácil que es tirar de lata.


Restaurantes y privados intentan sacar sus mejores recetas. No hay invitación que se precie de momento, que no saque a la luz una buena ración de esta especialidad. Se venden en los supermercados, en puestos ambulantes colocados a la entrada de las ciudades y pueblos o en medio de la plantación misma. Allí según te los envuelven te dan también algún que otro consejo, como que ...le anadas azucar al agua de cocerlos o que los cuezas con las raspas que le has quitado, o que les pongas el zumo de una naranja al cocerlos; uno y mil trucos que se saben y se comparten y que hacen de los esparragos toda una tradición.
A mi como más me gustan son con crepes, patatas cocidas y salsa holandesa, acompanados de un buen vaso de vino blango Riesling.

La estación no es muy larga pero si muy intensa, claro que terminado ésta comienza la de las fresas y esa si que es toda una revolución en mi casa. Todos los días se ha de comprar una cajita, pero cuídado que sea alemana! Nada de fresas de Lepe que me pueden cortar el pescuezo.- De Lepe aquí, cómo crees que pueden llegar hasta mi casa? Insaboras, inoloras e incoloras- dice mi Elemento. Ahora las leperianas ya las tenemos aquí, diría que están a dispocición de los alemanes todo el ano, pero en mi casa están vetadas. Mi marido durante la estación viene del trabajo antes para pasarse por la plantación a comprar una cajita y así ...a diario. Yo hasta un día me volví loca y fui a recogerlas personalmente, esto es cosecharlas, así hasta me pude ahorrarme 1 euro. Claro que menudo lumbago me dejaron las fresas. Me salieron caras y si no que se lo pregunten a mis vértebras. Este deporte de cosechar personalmente las fresas es muy de aquí, ya que tiene sólo ventanjas. Se mueve el esqueleto, se ahorra uno unos cuantos euros y sobre todo se está al aire libre. También puede caer la posibilidad de socializar, que aquí no es cosa fácil. Como digo sólo ventajas.